El reto de los docentes en la selva de Cusco y en Pisco

Vivir en una comunidad nativa del Perú, enseñar a los más pequeños que no hablan el castellano o ser madre y a la vez docente son retos difíciles en la actualidad, sobre todo en tiempos de COVID-19, con poco acceso a herramientas tecnológicas para el estudio remoto, y esto lo sabe bien Ludwin Turco y Lucy Trillo, quienes en el Día del Maestro recuerdan su compromiso de convertirse en profesores para ser ejemplo de lucha en muchos jóvenes.

“Este 2021 tenemos que levantarnos, seguir preparándonos como mujeres, porque es doblemente difícil y además en muchos hogares no se comparten roles”, explicó Lucy Trillo, docente de inglés para secundaria en Pisco, quien agrega que “la mujer tiene que compartir su responsabilidad de madre y docente. A veces queremos decir un ‘no’ ante situaciones injustas, falta el valor de concientización sobre quién es la mujer y la mujer docente”, añadió. 

Lucy Trillo cuenta que el trabajo del maestro en Pisco siempre encuentra aliados con el mismo objetivo de impulsar la educación. Cuando trabajó en la UGEL, participó en una serie de programas sociales financiados por Camisea, como Aprender para Crecer (APC) y Talento Pisco, donde se involucran a padres, alumnos y docentes en capacitaciones para entregar herramientas que facilitan la mejora del aprendizaje. 

Como profesor en la I.E. Alto Timpía, en una comunidad matsigenka cercana a su natal Timpía en el distrito Megantoni, Cusco, Turco será uno de los miles de beneficiados, como docentes de zona rural, dentro del grupo prioritario de inmunización contra el coronavirus, según informó el Ministerio de Educación, situación que permitirá el retorno sistemático a la enseñanza presencial y así continuar con su sueño de impulsar a más niños y jóvenes de etnias nativas a convertirse en profesionales.

Ludwin, un joven matsigenka que se graduó como profesor gracias a una beca universitaria financiada por Camisea, recuerda que no fue fácil convertirse en profesional, pero asume el desafío de impulsar a más jóvenes a seguir sus pasos porque sabe que es el camino de una vida con más oportunidades, mucho más aún en las comunidades ubicadas en el Bajo Urubamba, en la Amazonía de Cusco.

 Pero su deseo tiene como aliado a un programa del Consorcio Camisea, operado por Pluspetrol, que ya entregó becas universitarias a unos 29 jóvenes para, al igual que Ludwin, graduarse como profesionales en las carreras de educación bilingüe Intercultural, ingeniería agraria con mención forestal, y administración y contabilidad. Este proyecto, denominado “Becas de Formación Superior para alumnos del Bajo Urubamba” inició hace seis años, buscando que los estudiantes se consoliden y empoderen en la Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS), así como lo vivió Ludwin Turco, quien ahora trabaja para los niños de las comunidades y quiere motivarlos a ser mejores cada día. 

“Sembrar el respeto a la mujer, sus ideas, posiciones y a la ética profesional” es uno de los grandes desafíos de la educación en Pisco, según comentó la profesora Lucy Trillo. “Voy a sacar adelante a más estudiantes para que puedan seguir mis pasos. Yo sé que es muy complicado. Me gusta la carrera y quiero que mis niños aprendan algo. Sé que quieren ser profesionales”, explicó Ludwin.


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